En el año 1911 un grupo de jóvenes acompañados de todos los aldeanos decidieron que su aldea debía tener una feria. Animados por el sacerdote que pasaba a decir misa cada quince o veinte días, se hicieron cargo de los preparativos y acordaron que fuera el día 3 de mayo, día de la Santa Cruz. Se realizó una cacería con la idea de poder así reunir a todos los aldeanos en una comida.
Desde entonces y año tras año se viene celebrando en nuestro pueblo la feria en Honor a la Santa Cruz. Lo que comenzó como una cacería con su posterior perol cordobés ha ido evolucionando hasta lo que es hoy, una feria con sus atracciones para los más pequeños, una caseta donde degustar platos típicos de la tierra y buenos espectáculos y una caseta de la juventud donde los jóvenes disfrutan bailando hasta altas horas de la madrugada. Al mismo tiempo, se han venido organizando todo tipo de actividades, carrera de cintas en bici o a caballo, carreras de sacos, tiro al plato, concurso de tirachinas, concurso de sevillanas, concurso de Miss y Mister y, ¿cómo no?, el famoso baile de la escoba, que es el encargado de dar por finalizados los actos de la feria cada año.
Aunque sin duda el eje central de la feria es el concurso de cruces, donde cada participante engalana con flores y objetos típicos de nuestra tierra, una gran cruz. El mismo día 3 de mayo, por la tarde, tiene lugar la procesión de la Santa Cruz, haciendo parada en todas y cada una de las cruces que han ido elaborando los vecinos de la aldea.
Hay que destacar, que son sobre todo los aldeanos, los que, gracias a su aportación económica y a su colaboración desinteresada, hacen posible cada feria.
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